
"Que no teniendo alegrías se hace flores de sus penas"...
Con esta primeira choiva do outono, apetece poñerlle color á tardiña . E como xa extrañamos o sol, nada mellor que esta canción que fala de flores amarelas. Confeso que me chegan á alma os seus versos sinxelos e a voz serena deste grande da música arxentina que foi, é, e será, Atahualpa Yupanqui.
Confeso que, anque non son nada choramicas, teño verquido moitas bagoiñas escoitándoa, e todo por esa frase coa que comezo este texto, que me lembra sempre o que houbo que loitar na vida e cantas veces tiven que apretar os dentes e esquecer as dores do corpo e da alma para seguir e saír adiante.
El aromo
Hay un aromo nacido
en la grieta de una piedra.
Parece que la rompió
pa’ salir de adentro de ella.
Está en un alto pelao
no tiene ni un yuyo cerca
viéndolo solo y florido
tuíto el monte lo envidea.
Lo miran a la distancia
árboles y enredaderas,
diciéndose con rencor
¡pa’ uno solo, cuánta tierra!
En oro le ofrece al sol
pagar la luz que le presta
y como tiene de más,
puñao por el suelo siembra.
Salud, plata y alegría
tuíto al aromo le suebra
asegún ven los demás
desde el lugar que lo observan.
Pero hay que dir y fijarse
cómo lo estruja la piedra,
fijarse que es un martirio
la vida que le envidean.
En ese rajón el árbol
nació por su mala estrella,
y en vez de morirse triste
se hace flores de sus penas.
Como no tiene reparo
todos los vientos le pegan,
las heladas lo castigan,
l’agua pasa y no se queda.
Ansina vive el aromo
sin que ninguno lo sepa
con su poquito de orgullo
porque justo es que lo tenga.
Pero con l’alma tan linda
que no le brota una queja
que no teniendo alegrías
se hace flores de sus penas.
Eso habrían de envidiarle
los otros si lo supieran.
Pero con ‘l alma tan linda
que no le brota una queja,
que no teniendo alegrías
se hace flores de sus penas.
(Romildo Risso - Atahualpa Yupanqui)